El salto al vacío cobra nuevo significado cuando, según la filosofía zen, venimos de la vacuidad y vamos hacia ella. Un salto, entonces, hacia el vacío sería un salto en, desde y hasta el mismo lugar donde debiéramos estar. Nada imposible, pues, de realizar una vez que se analizan las consecuencias.
Porque otro mundo es posible... "Estoy en los valles intentando recordar cada palabra, cada sonrisa, cada gesto cada mirada que me ayudó a aceptar cada una de las capas que me con-forma, cada sueño que llevo puesto. Estoy en las cimas intentando olvidar cada palabra, cada mueca, cada gesto cada mirada que me impidió avanzar cada comentario que me impidió asumir cada centímetro que llevo puesto . Y así divago, me debato, me ensimismo grito, sufro, callo, me encierro intento torpemente evadir tanto realismo soñando con el mundo que yo quiero ".
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