"Comenzó a ser más consciente de su otra mitad, se dio la posibilidad de escucharse y con ello abrió una fuente de conocimiento desconocida hasta entonces. Se descubrió más crítico, más analítico, más tolerante, más paciente. Pudo revisar sus conocimientos y su historia desde otra perspectiva, desde el asiento del frente, y su vida se enriqueció con lo que ya sabía y con lo que no sabía". Sobre Kocol.
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