Las palabras son arcilla en nuestras manos,
así como acarician, hieren;
así como crean, destruyen.
Y cuando, las más de las veces,
intentamos darle forma a una
y se nos escapa entre los dedos
nos enfrentamos a la preciosa realidad
de tener que comunicarnos
con una mirada o un gesto…
así como acarician, hieren;
así como crean, destruyen.
Y cuando, las más de las veces,
intentamos darle forma a una
y se nos escapa entre los dedos
nos enfrentamos a la preciosa realidad
de tener que comunicarnos
con una mirada o un gesto…
¡y los resultados pueden ser mágicos!
Comentarios
Saludos
Marielita, me encantan tus imágenes, tus metáforas, es inevitable reconocer que las palabras cobran vida cuando te leo. Gracias por traerlas a jugar.
Consuelito de siempre, el silencio es pausa, es horizonte, es espacio, es relleno, es enlace, es Si!lencio. Nada une más que una mirada trenzada en uno de ellos. Gracias por siempre.
Hoy te vuelvo a leer, cada día más desde adentro
Gracias por tu atención